Conoce a Adán

El 31 de agosto del 2017, cuando tenía 24 años, la vida de Adán cambió para siempre. Se levantó a trabajar como cualquier otro día y, al pisar sobre un charco, se electrocutó. Todavía consciente, trató de salvarse. Acto seguido, cayó del tercer piso sobre una lona, y al intentar levantarse nuevamente, cayó al piso.

Su jefe lo cubrió con una cobija que se prendió en fuego, causándole varias quemaduras muy graves. Adán no tenía seguro social y su jefe, queriendo evitar a las autoridades porque la obra no cumplía con las regulaciones de seguridad, lo puso en la parte posterior de su camioneta y lo llevó a una clínica. En aquella clínica descubrieron que el incendio le había derretido la piel y no lo quisieron admitir. Luego, lo llevaron al hospital donde sus dos piernas fueron amputadas, y descubrieron que su cara estaba completamente quemada. En el hospital le trataron sus quemaduras y sufrió cuatro infartos, en el último lo tomaron por muerto.

Fotografías de sus daños

Seis años después, Adán se levanta temprano a hacer pesas, utiliza sus brazos para transportarse, pasa el tiempo esculpiendo figuras de madera, le encanta escuchar la música “que antes bailaba” y le gustan los animes. Vive solo sin forma de ingresos y cuenta con la ayuda de su familia y la generosidad de algunos vecinos y amigos.